martes, 19 de agosto de 2008

LA CONTRAREFORMA RELIGIOSA


La Contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero que había debilitado a la Iglesia. Sus objetivos eran renovar la Iglesia y evitar el avance de doctrinas protestantes.Un concilio general de la Iglesia, reunido en el pequeño pueblo de Trento, en los Alpes, aprobó una serie de decretos doctrinales con respecto a los dogmas, las disciplinas, el papado y las órdenes religiosas, los cuales permanecieron en vigencia hasta que se reunió el siguiente concilio, más de tres siglos después. El Concilio de Trento también estableció la jerarquía efectiva de supervisión para garantizar que el clero y los laicos observaran las nuevas normas de disciplina y ortodoxia que se esperaba de ellos. El Concilio duró desde el año 1545 al 1563.Estas medidas, junto con la Inquisición, y las guerras de religión, detuvieron en parte el avance del Protestantismo y un nuevo entusiasmo y confianza animaron a los católicos. Hacia 1650, más de dos tercios de Europa prestaba de nuevo obediencia a la Iglesia de Roma: la Reforma, en conjunto, sólo conservó su influencia en el norte.La Contrarreforma, para algunos, no difería en forma sustancial de aquello que buscaba la reforma protestante, a la hora de renovar la Iglesia. Sin embargo, en cuestiones teológicas es su completo opuesto.

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